Las personas que militan
este camino tienden a escoger carreras tales como:
INGENIERO DE MINAS Y PETRÓLEO.
MARINEROS MERCANTILES O
MILITARES.
PILOTOS COMERCIALES O MILITARES.
RELIGIOSOS DE CONVENTO O DE CLAUSURA.
Generalmente este tipo de
profesionales sufren síndrome de abandono y/o rechazo en algún momento de la
vida.
La capacidad de amor y
sincronizar con el alma de los demás es la de reconocer el carácter bondadoso
de la existencia.
Este camino encuadra a
todos los seres humanos, para mostrarnos que todo está interrelacionado de
manera muy profunda y cada día más consciente de que todos somos parte del
todo. TODOS SOMOS UNO.
Las personas que seguimos este camino. Son afectuosas, están
dispuestas a dar, son abiertas e indulgentes. Se alegran por las cosas buenas
que les ocurren a los demás. Se abandonan sin reserva a la pasión y a la
devoción.
Respetan y valoran a los demás,
y son adaptables, flexibles, sociables y aprecian la capacidad de amar.
Quienes se encuentran
atascadas en esta forma de energía se sienten vacías por dentro y odian estar
solas.
El síndrome de abandono en
sus vidas puede originarse al momento de nacer, incluso durante la gestación, o
una separación temprana de sus padres, o a la muerte de algunos de ellos, o a
prolongados periodos de incubadora cuando son neonatos prematuros; o bien a una
actitud de rechazo por alguno de sus progenitores.
Este síndrome de abandono
hace que se vuelvan extremadamente sensibles, afligidos, solos, callados, de
ojos grandes y dependientes de apoyo externo, en especial de amigos, relaciones
de pareja, o de los sabores dulces. Para llenar su vacío.
Según análisis clínicos
tienden a ser personas controladoras, y asfixiantes de las relaciones de
pareja; lo cual logra exacerbar aún más el sentimiento de abandono en ellos.
Pueden desarrollar conductas de obesidad y /o bulimia en sus
vidas.
Suelen deprimirse con gran facilidad, se agotan en su
vitalidad de manera tal que se vuelven adinámicos.
Las relaciones íntimas
poseen una gran importancia para estas personas. Llegando a confundir la genitalidad con el amor, que es un estado de
consciencia.
El proceso de curación en ellos,
trae como enseñanza, descubrir el amor y la valía en primera instancia, hacia sí
mismos; aprender a estar solos y a disfrutarlo, porque están consigo mismos.
Superar su capacidad de
manipulación emocional, así como a establecer relaciones de amor y de no dependencia,
recuperando el valor del yo y del espacio personal o intimidad propio.
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